jueves, 7 de junio de 2012

Soplao 2012: Epílogo

Quería hacer una última entrada dedicada al que ha sido mi gran objetivo de esta primera mitad de año y en general de la temporada, los 10.000 del Soplao. Como sabéis, al final acabó siendo una de sus ediciones más duras incluyendo una suspensión de una parte del recorrido para un buen número de participantes, suspensión tan difícil como necesaria dadas las condiciones climatológicas. Me cogió de lleno y me impidió acabar el recorrido. Pero como he comentado en bastantes sitios, menos mal, porque sino no tengo claro como habría terminado la historia.

Todo lo que tenía que decir sobre ese día lo deje ya en la anterior entrada. En esta quería dedicarme más a valorar el entrenamiento que hice, el recorrido que te encuentras y las cosas que tienes que tener en la cabeza al afrontar una marcha de esa categoría. Eso si, siempre desde el punto de vista de simplemente acabarla, supongo que para alguien que se puede permitir tiempos por debajo de las 10 horas, lo que comente por aquí casi le sonará a chiste.


La preparación:

Al final creo que llegué menos justo de lo que pensaba. Pese a pasar unos meses de abril/mayo complicados por enfermedades (gripe y diarrea), molestias (espalda, contracturas provocadas por el trabajo) y climatología, tuve la sensación de que la marcha no podía haber llegado en un día mejor, ya que mi cuerpo parecía estar a tope justo a tiempo.

De esta forma que el entrenamiento que hice fue el adecuado y si tuviera que preparar el Soplao otro año, lo haría de forma similar. Es decir, Enero/ Febrero hacer mucha base a ritmo suave, aumentando la duración hasta las 4-5 horas de pedaleo. Marzo incluyendo ya rutas más rompepiernas, al menos una vez a la semana también sobre las 5 horas combinando con base, sin mirar tanto el pulsómetro e incluyendo algún día específico de fuerza. Abril como el mes de las superrutas de montaña y acabando de entrenar fuerte sobre el 10 de mayo.

El plan no lo cumplí al 100%, sobre todo en abril y creo que me hubieran venido bien 2/3 rutas más de montaña dura con acumulados de ascenso por encima de los 2.000 metros al igual que algún otro día más de series de fuerza a la resistencia, que tuve que acortar sobre todo por el mal tiempo.

Aún así, con mis 2.500 km y unos 30.000 de acumulado de ascenso, tenía para llegar bien. Hubiera sido mejor un poquito más, pero como digo, fue suficiente como para plantear hacer el Soplao sin agobios por no pasar el corte.
Coroné el Moral en 7:00 de tiempo real y 6:12 de ciclado. Teniendo en cuenta que salí en el minuto 13 y que me comí un tremendo atasco en la Cocina, unido al pateo interminable por el barrizal no es un mal tiempo. En ese día, aventurar cualquier cosa para el bucle de Cruz de Fuentes / Venta Vieja no tiene mucho sentido, podría haber pasado de todo. Pero en un día normal, le hubiera calculado otras 6.30 h incluyendo paradas antes de terminar.

A mitad de abril me faltaban subidas largas y continuadas. Y creo que sin mis dos salidas bestias por la Pedriza, no hubiera llegado como llegué. Al final un punto importante es saber buscar un ritmo que puedas aguantar horas y horas sin ir quemando demasiadas fuerzas. En esas salidas lo encontré y sabía como ir para aguantar tantas horas de pedaleo: llevar a mi corazón sobre el 80%-85% de su FCM y sobre todo, mover una buena cadencia para no cargar en exceso las piernas y la espalda. Dadas mis buenas sensaciones en el Moral, me parece que era un ritmo acertado y estoy seguro que subiendo Fuentes me hubiera encontrado igual de bien.

Esas dos rutas también te permiten ver lo que tienes que comer y a conocer como reacciona tu cuerpo ante un esfuerzo tan prolongado. En una de ellas, me pasé por mucho, acabando con unos pinchazos tremendos en el estómago y en la otra, me pasé pero por comer poco, requiriendo mí cuerpo algo más de comida. Así que para cuando llegó el Soplao tenía más o menos claro la cantidad de comida que tenía que engullir y de que tipo y creo que lo hice bien ya que me sentía siempre con energías y en ningún momento sentí demasiado hambre.

La pedriza y sus largas subidas, mi campo de entrenamiento

Por lo tanto, esas salidas largas con subidas prolongadas, aunque alcancen a ser poco más que la mitad del Soplao, las veo fundamentales para acostumbrar al cuerpo a ese tipo de esfuerzo, ver un ritmo realista que llevar, gestionar la alimentación etc. Para mi fueron un poco la guinda al pastel de la preparación. No tanto por lo que me aportaron físicamente sino por la tranquilidad de saber que “podía”. Curiosamente no me encontré bien de verdad en ningún momento durante esa preparación, pero me ayudaron a afrontar el Soplao con mucha más seguridad y sabiendo como podría reaccionar mi cuerpo.

El recorrido:

Pasando un poco a la clase de recorrido que nos encontraremos tres cosas:

1. Las pistas: más que pistas son autopistas. El único punto conflictivo, la bajada de las cuevas del Soplao…bueno, podría ser similar a cuando bajas la Nava en la Pedriza en Madrid y a eso siempre lo he considerado una pista relativamente fácil. El tipo de terreno más habitual es asfalto puro y duro o pistas de fondo duro, que ruedan que es una maravilla y te permiten ponerte de pie para soltar músculos o cambiar un poco la pedalada. Se parecen mucho a las de la pista del muro de la casa de campo de Madrid, para los lugareños. Me quedé sin ver la bajada a Ozcava, ya que la subida a Fuentes era de nuevo por pista muy buena, pero supongo que sería similar a la de las cuevas del Soplao.

2. Hay bastantes puntos de recuperación: por ejemplo, después de bajar al Soplao, hay un tramo de carretera que si no vas tren, sirve para recuperar mucho las piernas. Lo mismo después de bajar el monte Aa y antes de subir al Moral. E igual entre la bajada del Moral y Cruz de Fuentes. Vamos, que entre subida y subida da tiempo a relajar las piernas. Además, muchos son tramos directamente de asfalto, que ayudan bastante a la recuperación.

En la primera mitad, más recuperación de la que pueda parecer

Una vez dicho esto, pasemos a ver lo que nos vamos encontrando más detalladamente.

- Las primeras subidas: San Antonio y San Esteban. Tras la salida por las calles de Cabezón, estas subidas son un poco de calentamiento. De la primera ni te enteras y la segunda, si no has salido delante, se hace a un ritmo suave que esconde su porcentaje, que luego visto en casa es bastante respetable. Pero en general no tiene rampones y es mantenida, así que se pasa sin problemas. El terreno: pista en excelente estado, pese a estar lloviendo toda la noche se rodaba sin el menor problema

- La subida al Soplao: Dos partes diferenciadas, la subida a la Cocina y luego atravesando el bosque de eucaliptos y la segunda, la pista de subida al Soplao. La verdad que el primer tramo es bastante pestoso, se montan atascos siempre y en nuestro caso, la parte del bosque era un pastizal tremendo de barro arcilloso que imposibilitaba el dar pedales. Sino la zona del bosque se podría hacer bastante bien y a buen ritmo encima de la bici. La subida final al Soplao es de nuevo por una muy buena pista, haciendo Zetas, que en su momento chupo muchísima agua sin crear barro incómodo. Dura, pero mantenida, sin grandes rampones haciendo zetas lo que ayuda un poco a la hora de pedalear.

- Bajada del Soplao y acercamiento al monte Aa. La bajada del Soplao no es nada del otro mundo técnicamente hablando, aunque claro, en comparación con el resto del camino, hay un par de piedras y socavones. Luego un poco de cemento rayado y a partir de Celes, carretera. Mucho rato de carretera abierta al tráfico, en general falso llano y si no te esta cayendo agua a cubos, permite recuperar muy bien las piernas.

- Subida al monte Aa: al principio por suaves caminos vecinales con grava, que drenaron el agua que cayó sin problemas. Luego se endurece por una pista de cemento, sin lugar a dudas las rampas más cañeras del Soplao. Le tenía mucho respeto a esta subida tras mi experiencia por los picos de Europa leoneses. Si no eres un crack, es un buen momento para bajarte de la bici y empujar un poco, soltar la espalda y no cargar demasiado las piernas, ya que montado tampoco avanzaras mucho más deprisa. Los últimos kilómetros por pista dura de grava tienen porcentajes más mantenidos aunque con un desnivel respetable.

- Bajada del monte Aa y cercanías del Moral: pista dura similar a la subida, sin muchas curvas y se puede bajar muy rápido si no te entorpecen. Terreno similar, pero de falsos llanos antes de empezar el Moral. Otra parte en la que se puede recuperar mucho, si no te están cayendo litros y litros de agua desde el cielo y vas empapado hasta los huesos

- 1ª subida al moral: el terreno otra vez pista dura con grava. Los primeros kilómetros tienen algunas rampas duras mantenidas que duelen bastante. Pero luego se va suavizando y a partir de la mitad hay descansillos. En general es fácil coger un ritmo, mantenerlo y tirar para arriba

- Bajada del moral: de nuevo por buena pista dura, divertida con muchas curvas y buen terreno. De vuelta sería una subida bastante mantenida y supongo que el mayor problema para hacerla es que llevas ya 120 km en las piernas. Lo bueno es que se puede hacer bien a un ritmo relajado.

La verdad que me quedé con ganas de subir Fuentes, sobre todo después de lo bien que me encontré en el Moral, esta subida me podía haber ido incluso mejor. Y también ver la subida a Ozcava / Venta vieja, que hizo bastante daño a muchos de los de delante, aunque no tengo claro si sería más por las condiciones climatológicas terribles o por la dureza en si del terreno.

El equipo:

La bicicleta: si tienes una rígida, llévatela. Incluso si tienes una de ciclocross, casi también…bromas aparte, el recorrido técnicamente no tiene absolutamente nada y todo lo que sea ahorrar peso o poder descansar subiendo de pie, se agradece


Mi equipo después del aguacero

Las cubiertas:  pues lo más rodador que tengas. Vamos, para esto casi podría llevar unas de 1,95, que hace siglos que no uso. En barro me fueron bien mis Nobby Nic, aunque las lleve sobre todo por no cambiar el royo de los líquidos al ser tubeless.

Los acoples del manillar fueron un detalle que saque del baúl de los recuerdos y que es muy recomendable, sobre todo para ir cambiando posiciones, que en tantas horas de pedaleo se agradece. Y también la bolsa del sillín, para poder descargar la espalda lo más posible. Vi a alguno incluso con bolsa en el manillar…no es lo más pro del mundo pero la verdad es que debe ser bastante cómodo para llevar allí la comida o algo así.

La ropa…pues bueno, si te cae la que nos cayó…la única salvación sería llevar otro equipo completo en la mochila dentro de una bolsa. Yo solo tengo una chaqueta de agua, así que poca salvación tenía.

Resumiendo:

La parte que hice me pareció menos dura de lo que me esperaba y eso que las condiciones meteorológicas eran terribles. La principal razón sería la clase de pista en las que se transita, me esperaba algo más blando, con más piedras y no es así, digamos que es muy fácil dar pedales por las mismas. Ojo, que no estoy diciendo que sea un paseo, al final para poder terminar con garantías tienes que haberte metido un buen entrenamiento antes.

Además, tienes bastantes zonas de descansillo y las subidas, excepto en puntos concretos, te permiten llevar un ritmo relajado sin exprimirte demasiado. La excepción es el monte Aa. Esto siempre hablando con la cabeza en terminar. Si vas para hacer tiempo, la historia se complica.

Los avituallamientos están bien puestos y son un buen punto para comer un poco en cada uno de ellos. Mejor un poquito en cada uno que un atracón. Además si no paras mucho rato, el cuerpo acaba por no enfriarse y funciona mejor. Se puede aprovechar para estirar un poco, relajar la espalda etc.

¿Repetir la experiencia? Pues sigo pensando lo que comentaba en la entrada con la crónica de la marcha: A corto y medio plazo no creo, mucha inversión de tiempo en bici durante el invierno y además, últimamente hay cosas que me convencen más como los viajes de varios días. El recorrido no es que me acabara de llamar, demasiada pista; puede ser también por hacerlo todo en una nube de niebla no pude apreciar los paisajes. Ciertamente no siento ninguna espinita clavada, más bien todo lo contrario, me he quitado la china del zapato de ir al Soplao.

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